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  • Avocado bird

    Once upon a time there was a blue bird riding an avocado seed…

    You can watch it at patreon.

    Here

  • Estudio de pajarito

    Pájaro basado en una foto de internet como práctica de coloreado.

  • Ahora en Patreon

    Patreon logo

    En Patreon podréis apoyar y leer por 1$ o gratis y dar vuestro apoyo a todos estos cuentos:

    -El sereno les desea feliz navidad.
    -El duende de las setas.
    -El cardo azul.
    -A problem for Jan.
    -Harmony and light.
    -El día que rompí la magia.

    Además tendréis acceso al comic corto Space Lettunauts/Lechuguinos espaciales.

  • El día que rompí la magia

    Cuando abres la pueta de la librería Sapos y Culebras Soria huele a papel y tinta de un buen día o tal vez huele a un mal día. ¿Tendrá algo que ver el olor cambiante de la tienda con la cortina del fondo? Desvela el secreto detrás de la cortina y tal vez descubrirás cómo fue el día en que rompí la magia.

    Para leer El día que rompí la magia baja el PDF : AQUI

    Si te gusta la historia no olvides enviar un retweet, comentario o pasalo a ese amigo que trabaja en una editorial.

  • La bombilla de las ideas locas

    La bombilla de las ideas locas

    Bombilla de las ideas locas
    Bombilla de las ideas locas

    Todo dibujante, escritor o inventor de cachivaches sabe que tarde o temprano la bombilla de las ideas se apaga. Y aunque muchos piensan que solo a la leña de un buen fuego le cuesta encenderse de nuevo después de caerle una paella a medio hacer encima, a las bombillas de las ideas también les cuesta reencenderse. Al principio, parece que parpadeen como diciendo: «¡Estoy aquí y aun funciono!»; pero, al cabo de un rato, deja de parpadear y por más que le insistas al interruptor no se enciende, ni siquiera una chispa.

    Por suerte es cuando pasa un buen rato desde que dejó la bombilla de las ideas de dar luz que al pinta monas, cuenta palabras o creador de trastos de dudosa utilidad se le une algún transeúnte desocupado que le indica con mucha sabiduría: «Eso va ha ser la junta la trócola».

    Y a pesar de que el señor de turno sigue apuntando ajustes que aquí o allá podría hacer el garavateador, acecha tildes o manitas la bombilla de las ideas no se encenderá. Pero entre tanta charlatanería tarde o temprano el artista fallero, maestro calígrafo o aprendiz de Leonardo verá aparecer a un individuo de lo más peculiar.
    Este irradia una luz inquietante, salta de un lado a otro cuál ardilla voladora de un árbol a otro y sobre todo es muy rápido. Es en el trote y la velocidad que deja a su paso en los ojos del que lo observa una luz parpadeante que tarda en marchar. Es sin dudarlo, el individuo más extraño y apreciado por todo dibujante, escritor o inventor ya que es gracias al flash que produce al pasar cuando las obras más irreverentes y alocadas ven la luz a manos de estos personajes.

    Por eso siempre que se apaga la bombilla de las ideas solo quiere decir que la bombilla de las ideas locas está por aparecer y todo buen artista, cuenta cuentos o trasteador esperará impaciente con un buen cazamariposas a que pase para atrapar ese pequeño flash que deja al pasar.

     

  • Fiu, fi, fi fá.

    “Din, din dalín.” Sonaba todas las mañanas en la plaza redonda, al salir el sol.

    “Din,din dalín.” Sonaba entre el charco que fluía a través de la rendija que quedaba entre el pequeño escalón y la puerta de la pescaderia “Pescadetes Pepe”.

    “Din,din,dalín.” Sonaba en la calle mojada por el barrendero mañanero.

    “Din,din,dalín.” No dejaba dormir al sereno que volvía a casa guardando su reloj de bolsillo con un suspiro “y mañana otra vez”.

    “Din,din,dalín.” Sonaba la caja del encantador de pulgas mientras se colocaba en el centro de la plaza, junto a la fuente. Justo delante de la mercería mientras las chicas de los bordados colgaban los mantelitos y Chema ,el de los hilos, saludaba como todos los días con un alegre “Buenos días Señorita Amparín” que siempre recibía como respuesta un “¡soy señora desde hace 20 años!” a lo que , sin falta, Chema siempre respondía “Tendrá que recordarmelo una vez más Señorita Amparín , porque con ese vaiven de cadera ¡quien lo diría!”.

    “Din,din,dalín.” Resuena todos los días desde la plaza redonda escabullendose entre las callejuelas de bares, cesterías y souvenirs .

    “Din,din,dalín.” Al atardecer deja de sonar cuando el encantador de pulgas, cerrando su caja de música con palanca manual y recogiendo su pequeña silla portatil, se marcha caminando con el sol a su espalda y las estrellas delante silvando “Fiu, fi, fi ,fá”.

  • Incendios de verano

    Dentro de poco empezarán las labores de reforestación de las zonas de Andilla y Dos Aguas afectadas por los incendios de este verano. La reforestación requiere mucho esfuerzo durante muchos meses y apenas se ven resultados hasta que han pasado algunos años.

    Durante el tiempo de  espera los  matorrales crecen los primeros así que los encargados de la reforestación y el voluntario ocasional pueden ver a simple vista donde está cada uno y de que tipo es. En cambio, los árboles  y algunos tipos de arbustos tardan varios meses en ser más altos que el tobillo, y varios años en ser más altos que la rodilla de una persona de altura media.

    La reforestación incluye varias étapas y diferentes especies, las más comunes en la zona de Andilla y Dos Aguas son la carrasca, el pino, enebros y encinas, pero hay centenares de matorrales, florecillas, arbustos, setas…¡y eso solo contando la flora!

    Los profesionales de la reforestación siempre saben dónde han plantado cada retoño de árbol o arbusto, pero el voluntario ocasional y el montañero no y replantan donde les sale del alma.

    Para ellos, los despistados, he pensado en estos carteles que se pueden acoplar a una rama superviviente del incendio o en el tronco del árbol para avisar al senderista, caminante, señor despistado de turno de que ahí hay una planta que no hay que pisar y que hay que dejar crecer. También para los escolares que este verano tienen mucho tiempo libre para ir al monte a hacer el cabra o plantar un árbol en casa y verlo crecer hasta que lo puedan plantar en el monte. También podéis usarlos en pegatinas o en maceteros.

    Si os gusta la idea y la usáis ¡haced fotos, enviadlas! las más originales aparecerán aquí. Si os gusta la idea pero no los usaréis hacedles llegar a otros los carteles.